El Día del Empleado Municipal se vivió en Mina Clavero con una celebración que convocó a trabajadores y autoridades en un espacio de reconocimiento y camaradería. Desde el mediodía, el Camping Playa Mansa, gentilmente cedido para la ocasión, se llenó de los rostros de quienes sostienen el funcionamiento diario de la ciudad.

Pero esta acción se condice con un simbolismo mayor: la forma de mirar y entender el trabajo en equipo y que atañe a la impronta que esta gestión valora para que los cambios sean reales, sinceros y con el plus del valor humano por encima, incluso, de los objetivos estratégicos y planificados.

«Se trata de saber y conocer de ese otro que trabaja todos los días codo a codo, de mirar con convicción a este grupo humano como una familia municipal, que tiene historias, alegrías, tristezas, problemas con los que rema día a día, y que es realmente más fácil si en el lugar de trabajo también se encuentra comprensión y un lugar de diálogo y escucha», comentó el intendente emocionado, haciendo un balance del recorrido.

Por eso, compartir, trabajar sobre el compañerismo, celebrar los logros de otros es parte de todo lo que está bien y hacia donde se pretende seguir, porque si le va bien a la familia municipal indefectiblemente le va bien también a esta ciudad única y con alma de pueblo.

Municipales únicos

Más de 300 empleados municipales estuvieron presentes, cada uno de ellos sabe que es un hilo de este telar que se tejió con historia, trabajo, esfuerzos e ideas de vanguardia que construyeron y construyen Mina Clavero,  creando comunidad y dando vida a este rincón serrano.

El intendente, Dr. Luis Quiroga, junto a todo el gabinete municipal había planeado ese momento para darles gracias por el día a día y por ser el gran motor que pone a marchar los sueños de gestión.

Como las distintas acciones que realiza el municipio en las que un área adquiere protagonismo sobre otras y las otras acompañan en todo lo que se necesite, en este caso el área responsable de Recursos Humanos se encuentra dentro de la Secretaría de Hacienda e Ingresos Públicos, y fue desde allí desde donde se encabezó la coordinación.

Los pormenores estuvieron a cargo de la secretaria, contadora Alejandra Milazzo, quien además de organizar, buscó que el evento fuese cercano y ameno. Junto a ella, Rossana Agüero y Silvina Sampo colaboraron en cada detalle. Víctor Domínguez, gran referente de Obras Públicas, junto a todo el equipo de Planeamiento Territorial a cargo de la arquitecta Estela Vieyra, se ocuparon de que el lugar estuviera en perfectas condiciones y supervisaron el almuerzo: carne al horno, ensaladas y refrescos que fueron disfrutados. Y hubo postre gentileza de los helados artesanales de Milac Cream.

En todo momento se cuidó cada gesto para que los empleados se sintiesen absolutos protagonistas agasajados.

La jornada estuvo acompañada por la música en vivo del artista local Walter Ceballos, que con su estilo familiar y relajado dio el tono perfecto para una tarde de distensión. Desde la Secretaría de Turismo y Cultura a cargo de Alberto Pérez, se gestionó una sorpresa a través de sorteos de estadías, que añadieron un toque especial al día. En particular, los municipios de Colonia Caroya, Embalse de Río Tercero y Valle Hermoso colaboraron con estadías para dos personas en sus respectivas localidades, brindando la oportunidad a los ganadores de disfrutar de una escapada de descanso y turismo. Empresas, como Corralón Cura Brochero, y otras se sumaron a la celebración con donaciones y colaboraciones para los sorteos. Además, CentrHogar aplicó descuentos sobre un televisor de 32 pulgadas, y Techno Box aportó una variedad de electrodomésticos, como licuadoras y auriculares Bluetooth, entre otros, elementos adquiridos con el esfuerzo administrativo de la gestión municipal.

A medida que avanzaba la tarde, el ambiente se tornaba cada vez más festivo. Los trabajadores municipales compartían anécdotas, risas, bailes y celebraban a los afortunados que ganaron premios.

Cuando comenzó la semana, en los pasillos, en los corralones, en las calles, en los rincones municipales, la familia municipal se percibía feliz, lo que reconforta y hermana.

(*) Nota escrita por Gabriela Pereyra

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